sábado, 29 de septiembre de 2007

EUGENIA LEÓN : UNA VOZ DE MUJER CANTANDO PARA MI (I parte)






Esta nueva serie de entradas la quiero dedicar a quien en mi opinión es la mejor cantante de música popular en México: Eugenia León.
Corría el año de 1985 cuando al estar mirando en el el llamado "festival OTI de la canción" televisor apareció una jóven vestida con blusa negra, falda larga negra con olanes, cabello rizado e interpretando una canción que difería del resto de las canciones presentadas en dicho festival; su nombre: Eugenia León, desconocida en el ámbito comercial de la música, pero desde el primer momento en que la escuché su voz expresaba ese "algo" tan subjetivo pero que comprendes al instante, su fuerza al interpretar su melodía, una letra que no solo repetía una tonadilla sino recreaba un ambiente festivo.

Así y con la voluntad del productor de ese concurso en méxico, raúl Velasco, Eugenia León triunfó en el concurso y mereció el honor de representar a México en España en la versión internacional del "Festival Oti". En ese concurso ganó el primer lugar también, eran los días posteriores a los sismos de septiembre de 1985, que marco un antes y un después en muchos ámbitos de la vida en México.

Después de esos acontecimientos, yo que era estudiante del CCH Oriente pude conseguir tiempo después casetes con música de Eugenia Leòn, tambie´había artículos de ella como el que apareció en la desaparecida revista "Encuentro de la juventud", así que mi interés creció más, un día me enteré que iba a estar en el Zócalo, fue si no mal recuerdo en 1988 y mi interés fue creciendo porque su voz y las letras hermanadas son algo digo de disfrutarse y pensarse. De esa época su disco "Algo viene sucediendo" reflejaba con las letras de Marcial Alejandro las posibilidades que tiene el amor más allá del sufrimiento y el amielado "te quiero".
Con la música de Eugenia entre otros cantantes, yo me fui formando una imagen de lo que la música puede llegar a ser para disfrutarse sin estridencias ni letras fofas, son , an cambio, letras con calidez , con sobriedad : "un día te dije que las cosa más valiosas, se disfrutan a diario, n día tedije si amaneces tantas veces, lo mejor es gozarlo..."
continuará...


Arq. Javier González Valencia

fotos tomadas de la página oficial de Eugenia León ( http://www.eugenialeon.com )

martes, 18 de septiembre de 2007

19 DE SEPTIEMBRE DE 1985: A 22 AÑOS



Hace 22 años ocurrió el terremoto más devastador que haya habido en la Ciudad de México: en la memoria quedan varias instantáneas que sumadas hacen un susurro que se convierte en murmullo y luego en grito; una ciudad que despertó a la organización autogestiva de la manera más dura, un país se vistió de luto por todas esas víctimas de las que aùn ahora no se sabe cuantas fueron, un presidente no aceptaba la ayuda del exterior y luego no supo que hacer con ella y dejó que sus subalternos robarán bienes que eran para los damnificados.

Yo por aquel entonces era un joven dieciseisañero y con muchas esperanzas por el futuro.

Entre las imágenes inolvidables quedan las de la solidaridad de la ciudadanía ayudando a sus semejantes, Zabludovsky transmitiendo desde su auto por la zona en ruinas, la llegada incesante de la ayuda internacional, la gente viviendo en campamento después de los sismos, las costureras luchando por sus derechos y por justicia, la muerte de gente como Rockdrigo González, de quien es la letra de la siguiente canción, ad-hoc para el momento:

VIEJA CIUDAD DE HIERRO

Vieja ciudad de hierro de cemento y de gente sin descanso si algún día tu historia tiene algún remanso dejarías de ser ciudad.

Con tu cuerpo maltrecho por los años y culturas que han pasado por la gente que sin ver has albergado el otoño para ti llegó forzado ya que:

Te han parado el tiempo te han quitado la promesa de ser viento te han quebrado las entrañas y el silencio ha volado como un ave sin aliento se ha marchado lejos tu sonrisa clara y en tus azulejos han morado colores que son añejos y ahora ya no brillan más.

Capital de mil formas de bellezas que se pierden entre el polvo de tus carros, de tus fábricas y gentes que se hacinan y tu muerte no la sienten.

¿Qué harás con la violencia? De tus tardes y tus noches en tus calles y tus parques y edificios coloniales convertidos en veloces ejes viales ya que:

Te han parado el tiempo te han quitado la promesa de ser viento te han quebrado las entrañas y el silencio ha volado como un ave sin aliento se ha marchado lejos tu sonrisa clara y en tus azulejos han morado colores que son añejos y ahora ya no brillan más.


Por la memoria de los que murieron ese fatídico día queda actuar con honestidad y congruencia en lo que hacemos, acordarnos que somos una comunidad y que el valemadrismo y el agandalle lo ùnico que generan es un ambiente hostil, una ciudad sin alma que no queremos.


Arq. Javier González Valencia